ࡱ> bda#` ?Hbjbj\.\. .X>D>D?@.$."4:L3333333$4h@7b33333. v 230"47.7!724TTTTw332 8"4... D... ... REPBLICA DE CUBA MINISTERIO DE SALUD PBLICA Centro Latinoamericano de Medicina de Desastres "Dr. Abelardo Ramrez Mrquez" Mdicos de EE.UU. graduados en Cuba inician labores en Hait Por Enrique Torres, enviado especial Puerto Prncipe, 5 feb (PL) Siete mdicos estadounidenses graduados en Cuba se sumaron hoy a la atencin del pueblo haitiano, como parte del contingente de la isla caribea que socorre a la devastada nacin. "Somos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), venimos para compartir con los hermanos cubanos que estn aqu presentes, para dar nuestra solidaridad al pueblo de Hait, que est sufriendo esta tremenda catstrofe", expres Elsie Walter. Tras su llegada al hospital cubano de campaa en la localidad de Croix des Bouquets, a unos 20 kilmetros al noreste de esta capital, la joven galena dio las gracias a Cuba por abrirle una vez ms las puertas, esta vez para ella tener el privilegio de brindar su solidaridad. "La experiencia ha sido fantstica, como siempre ustedes nos han tratado muy bien, con esa hospitalidad, nos sentimos privilegiados de estar aqu", subray Walter, cuya llegada la vspera al hospital coincidi con una jornada de trabajo psicolgico con los nios de la comunidad. Los mdicos norteamericanos, procedentes de Nueva York, Texas y Minnesota, comenzarn a atender a los pacientes este viernes en las salas y en recorridos por Croix des Bouquets, en conjunto con galenos haitianos tambin graduados en Cuba. Walter vino acompaada de Nyla Manning, Murtine Pierre, Melissa Barber, Wing Wu, Melissa Rose y Keyshir Covington, egresadas indistintamente de la ELAM durante los aos 2007, 2008 y 2009. Las siete se encontraban en el proceso de revalidar su ttulo para poder ejercer la medicina en Estados Unidos, sin embargo, ante el llamado que hizo movimiento Pastores por la Paz para venir a Hait, en particular el reverendo Lucius Walker, decidieron interrumpir su preparacin. Dos de ellas estaban laborando en Oakland, California, a la espera de la revalidacin. De acuerdo con la doctora Walter, ante el llamado de Pastores por la Paz, muchos expresaron el deseo de venir, pero a causa de diferentes compromisos que tienen en este momento les result imposible viajar. "Hay otros que piensan incorporarse ms adelante, porque sabemos que la brigada cubana va a estar aqu por un buen tiempo", indic. El hospital de Croix des Bouquets qued activado el 25 de enero ltimo, con servicios de ciruga, ultrasonido, rayos x, laboratorio, consultas de ginecologa y obstetricia, sala de terapia intensiva y otra de hospitalizacin. Aunque su denominacin es de campaa, ofrece una medicina de excelencia, dotado de equipos de alta tecnologa. Segn su director, el doctor William lvarez, los mdicos norteamericanos se insertarn en la dinmica de la instalacin de forma escalonada, con el apoyo de los profesionales haitianos, quienes a la vez actuarn como traductores. "Van a estar un mes, van a vivir en las mismas condiciones de los cubanos, incluso cada una vino con su mdulo de agua, alimento y una mochila con medicamentos, y cuando llegaron los incorporaron a las reservas del hospital", precis lvarez. En opinin del directivo, la llegada de los mdicos estadounidenses es un apoyo, y a la vez un reto, ya que estn en un escenario que nunca haban visto, con enfermedades como el mal de chagas y la leishmaniasis, no comunes en su pas. La misin mdica cubana en Hait est presente en tres hospitales de Puerto Prncipe y en cuatro hospitales de campaa, ubicados en otras localidades afectadas por el sismo. Adems, en cinco Centros de Diagnstico Integral (CDI), y se prepara para asumir el funcionamiento de otros cinco, de los cuales dos brindarn servicios en breve. Cuba comenz su colaboracin con Hait en materia de salud en 1998, tras el paso del huracn George. A 212 mil asciende el nmero de vctimas mortales en Hait TeleSUR _ Hace: 43 minutos A 212 mil se elev el nmero oficial de vctimas mortales en Hait tras el terremoto de magnitud 7,3 que devast a esa nacin el pasado 12 de enero, de acuerdo con lo sealado este viernes por el primer ministro, Jean Max Bellerive desde Puerto Prncipe. "La ltima cifra que he recibido de mis colaboradores es de 212 mil" fallecidos, declar Bellerive, en horas de la madrugada a medios internacionales. Agreg que esa cifra es susceptible de "aumentar algo" respecto al nmero final de las personas que perdieron la vida en una de las peores tragedias registradas en las ltimas dcadas. Esa cantidad no incluye a los cadveres que fueron enterrados por sus familiares, los que fueron incinerados por su avanzado estado de descomposicin y quienes an permanecen bajo los escombros. Por otro lado, Bellerive inform que la cantidad de heridos ronda las 300 mil personas, de las cuales, la mayora ya ha recibido atencin mdica. En ms de un milln se estim el nmero de damnificados, que sumado a los que no tenan casa antes del temblor, se eleva a dos millones los haitianos que viven en las calles. Acusados plagiarios de nios Diez estadounidenses fueron acusados este jueves en la capital haitiana por haber sacado a 33 nios de ese pas de forma ilegal. Las autoridades de la nacin caribea lamentaron que ese hecho ensombrezca el elevado nmero de vctimas fatales que ascendi a 212 mil en Hait. El grupo de norteamericanos fue acusado de "secuestro de menores y asociacin criminal", segn detall el fiscal de Puerto Prncipe, Mazar Fortil. Jean-Max Bellerive, primer ministro de Hait, lament que el tema de los estadounidenses se robe la atencin en un pas donde "hay otro milln que sufre en las calles". Por su parte, una de las integrantes del grupo de misioneros acusados del secuestro, seal al llegar a la Fiscala que tienen "confianza en Dios de que esto terminar bien". Los 10 religiosos fueron interceptados el viernes pasado en la frontera con Repblica Dominicana intentando sacar de Hait a 33 nios de entre dos meses y 12 aos, sin documentos de adopcin. Rescata Cuba alegras infantiles en devastado Hait Puerto Prncipe, 5 feb (PL) Nios de la localidad haitiana de Croix des Bouquets recobraron la risa, el canto y los bailes luego del terremoto, esta vez bajo un proyecto de expertos cubanos que procuran mitigar los efectos psicolgicos del sismo. HYPERLINK "http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=160118&Itemid=1" \o " Mdicos de EE.UU. graduados en Cuba inician labores en Hait "   Guerlanda, Christopher y Olser, al igual que otros pequeos regresaron escurridizos y sin sonrisas en los labios a lo que fuera su parque infantil ms cercano, ahora convertido en un hospital de campaa habilitado por Cuba en ese poblado, a unos 20 kilmetros al noreste de esta capital. Fueron llevados en la tarde de este jueves por sus padres, a quienes lderes de la comunidad convocaron en coordinacin con los especialistas cubanos, empeados en proteger a los infantes, el sector poblacional ms vulnerable en casos de catstrofes, como el sismo del 12 de enero y las sucesivas rplicas que arrasaron Hait. Por sus mentes jams podra pasar lo que se avecinaba, luego del calvario de los das recientes, cuando las imgenes de casas y escuelas destruidas, familiares desaparecidos o mutilados y la falta de alimentos y agua, entre otras carencias, constituan el recuerdo ms cercano. El primero en hablarles a padres e hijos, fue el doctor cubano Cristbal Martnez, quien asistido por una vctima del sismo como traductora de creole explic la esencia del Programa de mitigacin del dao psicosocial de la poblacin infanto juvenil damnificada por el terremoto. Tras la breve introduccin, dirigida fundamentalmente a los padres y autoridades, dio luz verde a la fiesta infantil. Lecturas de cuentos, entonacin de canciones infantiles haitianas y sesiones de dibujos en las que los nios fueron los pintores permitieron a los pequeos echar a un lado, el menos por un tiempo, la pesadilla. Profesores de la Escuela Nacional de Arte de Hait colmaron de vida el espectculo, con un hbil empleo de ritmos tradicionales, fundidos con textos promotores de optimismo, en los que hacan corear al auditorio que el pas saldr de la tragedia y vencer a la miseria. En los rostros de las decenas de pequeos, entre ellos Guerlanda, Christopher y Olser, las sonrisas y los deseos de bailar afloraron sin lmites, incluso la insistencia en que la cmara de Prensa Latina dejara evidencia grfica de los dibujos que hicieron. De acuerdo con el doctor Martnez, la estrategia es mitigar los efectos negativos que ha tenido el terremoto en la salud mental de los pequeos. "El juego para el nio es una necesidad psicolgica primaria, si satisfacemos la necesidad del juego, ya le estamos dando algo", coment el experto. Martnez considera que aunque haya un desastre muy grande, si el nio va a la escuela, come, juega y puede divertirse, ya en su conciencia pas el desastre. "Ya no existe, porque ya l tiene lo que necesita, cuando estos nios estn en la escuela y puedan jugar y practicar un deporte, que en definitiva es un juego", la batalla est prcticamente ganada, coment. A nivel internacional se ha reconocido que los factores de riesgo de dao psicosocial en este sector de la poblacin en casos de desastre son de tipo familiar, escolar, individual y comunitario. El programa cubano pretende actuar en una de las aristas del individual, con el fomento del juego, la recreacin y el deporte. Los expertos cubanos prevn extender el plan a otras reas del pas afectadas por el sismo, entre ellas Leoganne, al suroeste de Puerto Prncipe, donde ya fue seleccionado un grupo 15 de activistas haitianos en la Comunidad Simn Bolvar, encargados de mejorar la salud mental de sus conciudadanos de menor edad. Aprender de Hait 4 Febrero 2010  HYPERLINK "http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/02/04/aprender-de-haiti/" http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/02/04/aprender-de-haiti/.- Por muy natural que parezca, ninguna catstrofe es natural. Un sesmo de intensidad idntica causa ms vctimas en un pas empobrecido que en otro rico e industrializado. Ejemplo: el terremoto de Hait, de magnitud 7,0 en la escala de Richter, ha ocasionado ms de cien mil muertos, mientras que el de Honshu (Japn), de idntica fuerza (7,1), acaecido hace seis meses, apenas provoc un muerto y un herido. Los pases ms pobres y los que tienen problemas de gobernabilidad estn ms expuestos a riesgos que los otros, confirma un reciente informe de la ONU (1). En una misma ciudad, el impacto humano de una calamidad puede ser muy distinto segn las caractersticas de los barrios. En Puerto Prncipe, el sesmo se ensa con las desvencijadas barriadas populares del centro. En cambio, los distritos privilegiados de la burguesa mulata comerciante apenas padecieron estragos. Tampoco son iguales los pobres ante la adversidad. La Federacin Internacional de la Cruz Roja sostiene que, en caso de desastre, las mujeres, los discapacitados, los ancianos y las minoras tnicas o religiosas, vctimas habituales de la discriminacin, son ms castigados que los dems (2). Por otra parte, aunque un pas no sea rico, si se dota de una poltica eficaz de prevencin de catstrofes puede salvar muchas vidas. En agosto de 2008, el ciclnGustav, el ms violento de los ltimos cincuenta aos, azot el Caribe con vientos de 340 kilmetros por hora. En Hait mat a 66 personas. Sin embargo, en Cuba no caus ninguna vctima mortal. Es Hait un pas pobre? En verdad, no hay pases pobres; slo existen pases empobrecidos. No es lo mismo. En el ltimo tercio del siglo XVIII, Hait era laPerla de las Antillasy produca el 60% del caf y el 75% del azcar que se consuma en Europa. Pero, de su gran riqueza slo se beneficiaban unos 50.000 colonos blancos, y no los 500.000 esclavos negros que la producan. Invocando los nobles ideales de la Revolucin Francesa, esos esclavos se sublevaron en 1791 al mando de Toussaint Louverture, elEspartaco negro. La guerra dur trece aos. Napolen envi una expedicin de 43.000 veteranos. Triunfaron los insurrectos. Fue la primera guerra racial anticolonial y la nica rebelin de esclavos que desemboc en un Estado soberano. El 1 de enero de 1804, se proclam la independencia. Son como un aldabonazo en el continente americano. Los esclavos negros demostraban que, por su propia lucha, sin la ayuda de nadie, podan conquistar la libertad. Afro-Amrica emerga en la escena poltica internacional. Pero el mal ejemplo de Hait -as lo calific el Presidente de Estados Unidos, Thomas Jefferson- aterroriz a las potencias que seguan practicando la esclavitud. No se le perdon. Y nadie reconoci, ni ayud a la nueva repblica negra, pesadilla del colonialismo blanco. An hoy, el viejo terror no ha desaparecido. Pat Robertson, tele predicador estadounidense, no acaba acaso de afirmar: Miles de haitianos han muerto en el sesmo porque los esclavos de Hait hicieron un pacto con el diablo para obtener su libertad (3)? El nuevo Estado independiente fue boicoteado durante decenios con la idea de recluir la peste en ese pas. Hait cay en guerras civiles que arrasaron su territorio. Se perdi la necesaria etapa de construccin de un Estado-nacin. Institucionalmente, a pesar de la gran calidad de sus numerosos intelectuales, el pas qued estancado. Despus vino el tiempo de la ocupacin por Estados Unidos que dur de 1915 a 1934. Y de la guerra de resistencia. El hroe de la rebelin, Charlemagne Pralte, fue crucificado por losmarines, clavado en la puerta de una iglesia Washington acab por ceder Hait a nuevos dictadores, entre ellos:Papa DocDuvalier, uno de los ms despticos. En los aos 1970, an gozaba Hait de soberana alimentaria, sus agricultores producan el 90% de los alimentos que consuma la poblacin. Pero el Plan Reagan-Bush, impuesto por Washington, oblig a suprimir los aranceles sobre la importacin de arroz, producto bsico del cultivo local. El arroz estadounidense, ms barato porque estaba subvencionado, inund el mercado local y arruin a miles de campesinos que emigraron en masa a la capital, donde el sesmo los ha atrapado La nica experiencia de gobierno realmente democrtico, fue la de Jean-Bertrand Arstides, dos veces Presidente (1994-1996 y 2001-2004). Pero sus propios errores y la presin de Washington lo empujaron al exilio. Desde entonces, de hecho, Hait se halla bajo tutela de la ONU y de un conglomerado de ONGs internacionales. El Gobierno de Ren Breval ha sido sistemticamente privado de medios de accin. Por eso resulta absurdo reprocharle su inoperancia ante los efectos del sesmo. Hace tiempo que el sector pblico fue desmantelado y sus principales actividades transferidas, si eran rentables, al sector privado, o a las ONGs cuando no lo eran. Antes de convertirse en elGround Zerodel planeta, Hait ya era el primer caso de colonialismo humanitario. La tragedia reforzar la dependencia. Y por consiguiente las resistencias. El capitalismo de choque, descrito por Naomi Klein, hallar una nueva ocasin de reclamar -en nombre de la eficacia- la privatizacin integral de todas las actividades econmicas y comerciales ligadas a la reconstruccin. Estados Unidos est en primera lnea, con sus Fuerzas Armadas desplegadas en una ofensiva humanitaria de gran envergadura. Resultado sin duda de un generoso deseo de socorrer. Pero tambin de indiscutibles intereses geopolticos. Washington prefiere invadir Hait de ayuda que ver invadidas sus costas por decenas de miles deboat peoplehaitianos. En el fondo, se trata de la misma vieja obsesin: recluir la peste Notas: (1)Riesgo y pobreza en un clima cambiante. Invertir hoy para un maana ms seguro, Naciones Unidas, Nueva York, mayo de 2009. (2)Informe Mundial sobre los desastres 2009, Cruz Roja Internacional, Ginebra, julio de 2009. (3) Christian Broadcasting Network, 14 de enero de 2010. (Tomado de Le Monde Diplomatic) Para ms informacin visitar nuestro sitio Salud y Desastres  HYPERLINK ""  HYPERLINK "http://www.infomed.sld.cu/sitios/desastres" http://www.infomed.sld.cu/sitios/desastres Ciudad de ,5 de febrero 2010 "Ao 52 de " H  3 4       4 6 $&TV$ٰٟso_OOOOOOOOOhU 0JCJOJQJ^JaJhU 0JCJOJQJ^JaJhU hU 0JCJOJQJ^JaJhU CJOJQJ^JaJh YCJOJQJ^JaJ h$oh YCJOJQJ^JaJ*h$oh0J5CJOJQJ\^JaJ$h$oh0JCJOJQJ^JaJ h$ohCJOJQJ^JaJ)jh$ohCJOJQJU^JaJH   D !.///<13@45]gdU ]gdU ]gdU ]gdU [$\$gdU [$\$gdU gdU ?H$&tv~.K  C D :!;!!!!!!..////ȧțuhU OJQJ^JhU 0JOJQJ^JhU 0JCJOJQJ^JaJjhU CJUaJhU 0JCJOJQJ^JaJ hU 5CJOJQJ\^JaJhU CJaJhU CJOJQJ^JaJhU hU 0JCJOJQJ^JaJhU CJOJQJ^JaJ*//_/`///;1<1?4@4Q445599;;==EEGG;GG?GAG~GGGGGGGGGGɹ繩ɟɹxr hU 0J$hU 0J5CJOJQJ\^JaJ'jhU 0JCJOJQJU^JaJhU hU 0JhU 0JCJOJQJ^JaJhU 0JCJOJQJ^JaJhU CJOJQJ^JaJhU 0JCJOJQJ^JaJhU OJQJ^JjhU OJQJU^J'59;=[>9@[DEG=G?GAGG H?HH$gdU gdU gdU ]gdU GHH H HH H.H/H>>%.DIC;C  ;("(;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;;1`" }!1AQa"q2#BR$3br %&'()*456789:CDEFGHIJSTUVWXYZcdefghijstuvwxyz w!1AQaq"2B #3Rbr $4%&'()*56789:CDEFGHIJSTUVWXYZcdefghijstuvwxyz ?j{mc'c^c{WWM, O7aIgtmx51~mvĘ#c>s@7٭-`Q5l?+-KtW !BF-&G/[٭Dy2 $}sGJ%<ȺCL-Ğ^8'ֹa/R[[ONOKvthyLYjg!4ۘ$1! $ոxb7~EomRs*PČV~<2t%aX qG7ԿnV9-S6KN&KE`X1.#+`AK7AsNyg"kۋ-Mլ/m5$~lZjniug[7(܌~5>m4{'-k1S#;[Fr2jޟw{x&֥.PE"Y-OA]T1lFܗ -At>t*}?2 =B4) $oh~@1yMtv2M҅Wpe/lٮFeČ쟺?E7V㍮]sq7?He[Z qi5[Ig9$'#+}goRksڀ.ᶶP.b3tMc-ZYKxeWq#imE{&qݵWފ7*7++` <;,uk]BBA%SrOڻO{߯ گbk]~]'JrR1Ww j%xՏߟKg kfp<ð./ĕ2`չM[zkXJQiۨ]47'0ʢ܌:6sfJՆ<2V mXiW2G۵ YN?9\Սg¶๸U F61b߮9[ګ]k~@J/E8 <vٮchW19^eI OmsL-fYc#9$ kh6H_=r7R F/=ƥ)7lhQS- S_ۯ+: :Ck~Ie+2vԌdf;Qt l_?J@wqݔd&2F#ǠsWuoŭ]u'ʞ!#{tSAnm\MM 2}j+r߉OqX.leO~#^j&mfKfKBv\FJHmQ| Y,Z_G8u8Fk^Mhs,Wq0rF}=Jǻ+'H̫"19=3O''`?ܨɭv#u*;{`k{r=yn-EX%GwWaI@h;ʃSUDiq]12*\ $˂{מ,[pM|FRxFlȒ"T#@)修?*_|,1w95|;~t[g1$;g#i+ rAH8mڭ4_{zs0-.kH^KcF-y&؄mbiasqYq5<?+{:fú|/H^U (p8ZO1mKy e9<z\;($KйH-"@;VO$kcct{mȡVid;>Ê]Q@Q@:Jo%P4C?wz'?J(EP (@@@ NormalCJ_HaJmH sH tH P@P Ttulo 1dd@&[$\$5CJ0KH$\aJ0L@"L Ttulo 2dd@&[$\$5CJ$\aJ$NA@N Fuente de prrafo predeter.Ri@R  Tabla normal4 l4a ,k@, Sin lista,X@, nfasis6]>W@> Texto en negrita5\*O*  arnegro14B^@"B  Normal (Web)dd[$\$$O1$ txt-01BOAB $oarial10boldgrisoscuro:U@Q: $o Hipervnculo >*ph"Oa" $ofecha"Oq" $oautor?@XH D&'''<)+@,-135[698[<=?=???A?? @A@000000000000000000000000000000000000H D&'''<)+@,-135[698[<=?=???A?? @A@j0!@j0!j0!@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&@0&$/G?H%()+5?H&*?H':'_''~???????@XXXX d La Habana ela Revolucin Energtica@.@A@ @=@A@>*urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags PersonName la Revolucin Energtica ProductID~??A@A@Ho--A@dH"<)\bR&BA>t~p YbV+Q]V M?x$p@vM?.fdY))jSp[+Q]+Q]30z|-{0+Q]uiGH>t xb`vwBrfpGXl@ 9Dln ~+Q]i>t|sy; )j@c ;N/(t.NpZy_,8 a_aIpaoz a_av NX*" 4l7&:e kKc-r p +=(: +Q] )j} Xo=Rp$*4l7#LYv~|}qh7]jT:e iFfdY)m)j8ua_aNqq"<)a U"."<) 2V""<)fh<+Q]>ME Ge:/+Q]\VupI avP$=a_ay;QW?a_aP_UBy=hT<*igj&8 p+Q])D@pE8SnGXl~&fdY)*D2>w6a_a6Xo=;a_a6`Qpf+Q]Bk(Wp"+Q]cz4E{|@>1 Q6V\8a_axb`E;+a_aUWhI$pDq2y_,SUBy4cc7VI,po+Q]Z (Q?{qM?7ZzQ.w,i[pR+Q]+c5 Yq}u&+Q]s)<51Yq}y:)j|!fdY) e'4l7])6q"<),(|{s[p)T'\j6NlFk+Q]|nygYB5^B.ap: GZc+Q]  +Q]2t a_a1; $XP )jU =s p O uV)6 3-b fdY)an*!pS0!+Q]dz!C=Cr!|n-U!(|{Qmc"?t*k"!7{{"P_8">ty")j$)"On%a#|} h#>Vo#a_a},#M??U$fdY)0V$ *${{"P$] /%J=)%+Q]d.&{Ugj&JD4&4]0<&+Q]tQ&p &')jJ`'fdY)G='a_aQ(px(a_a;N/(kPOyb(%o$Zu((BsJ)bqx"<)>tuV),2dfdY)Uq|AlZ)+Q]mv)- ^}6*+Q] +jO+++Q]=V+a_a]+64HI,C^:,fdY) ,:Sf.w,O,MRY,GH(-*i (-T@-p-(|{xo-)jw,.+Q]^B./>=X.Uq|A .)j_.a_aC.)j.$`B.uiH.v3u/a_a,Y6p)6 *$c:6K np4l7M?rH7(w 7!7Y10 8pR8(|{08]+E8aB08(|{,h8pG8+Q] C9hgZO9+Q])_9pGu=:a_a~{:pC^:N#Nk:a_a<;} $|R;&{`;+Q]E;=/{vay>)V#?4l7:P?(|{Q?.Zx?(|{d?pM?+Q]D@q<GH@)jVeg@>t_@(|{uk@+Q]8@)jAAfdY)Uq|A"^|aBYB|s$`B[wCkB)jpHBfdY)5+BpR&BUH ICMCp=NC)j[wC>+C"<)XD)j:Da_a.DM?@ 9D f]D4l7ztME G?80FG+Q]5q1Ga_a>FG+Q]JEUGL'GpFGM?oG+Q]GL\64H>GH'RTKdd iZPHYq}QHi:pHi:pHP5dyHa_aH (-jGI(|{WIa_anIpr&I(|{|XIq?sI+Q]%iI+Q]^AI 2tIpWhISk2It kKpn+:KfdY)SKKa_a{qKM?_K>tcBLa_ar9LQ?|Y?L{8~`xL\b#L+Q] Lp|IL(|{xLXo=%/M(t-Ma_a6PMtn{6][MNftM+Q]N(-N#NzOjO;`kV\8O kPOg`<zOiPfdY)avPzyj QM?9(QYq}LQYq}59Q)j:g.R+Q]O,MR@iR+Q]4Ra_af@SpnuS+Q]SS aS+Q]R^S4l7vS+Q]fKWT=h'RTTz3 =/Ua_atjNU>t]U)j(uU{USn UO>spj V!VpEt- ^- ^^a_auT^+Q]a^a_a+^(|{^^>t-_+Q]^-_+Q]__ ,}]o`a_aS aUeD&atqhmv)`h)jfh)j Ghp@iy>8wxi|XI taRl@lp?lP5dy'` ma_aIpxmp-mC5 n)jXjnfdY)k0nQ? fn)jpnD)rn0 8OnY,=nHVo4l7T opiIppc Jp)CxK np9I;ZO>splpQH>IpY}qlF{4'q)j7qp2_qQe q 2qq$)"4%q"<)D)rdz!'rpBs6][M-^s)j9s3/ot4l7^t)j?t +tp3(u(|{bpu4l7u)j*xu+Q]zvp=/{vG vDvc:6(waq&Fs Pw+Q]n1w x)j<ex9sbqx!V)CxJ)%x+Q]y.x0%QFyM?P5dyeid%Ry(|{+y y O ty(|{ zp[DzH|zDz*D2-z+Q]{F{opd{ptn{fKWT(|{"<)-{0V$y{a_ae{a_a!{+Q],{+Q]O{(|{4E{ yW!|+Q]) 6|p(t|"^|f?@ABCDEFGHIJKLMNOPRSTUVWXZ[\]^_`cRoot Entry FeData -1Table57WordDocument.XSummaryInformation(QDocumentSummaryInformation8YCompObjr  F Documento Microsoft Office Word MSWordDocWord.Document.89q