A la atencion de…



DESDE EL OTRO LADO

Hola, mi nombre es Nina y vivo en España. Esta historia sucede en 2020, cuando apareció una enfermedad mortal sobre todo los que tienen problemas respiratorios, cardiacos, etc. El nombre de esta enfermedad es Covid-19(coronavirus), cuando apareció, es decir, a finales de 2019 en China, no tenía apenas miedo, ya que se encontraba lejos de España, la verdad nadie estaba preocupado y se lo tomaban a broma y nadie tomó medidas, pero se empezó a expandir, iba muriendo gente y más gente, hasta que llegó a España.

Una vez en España, hasta que no llegaron sobre los 3.000 infectados (diría yo), no empezaron a tomárselo en serio, (ahí ya nos empezamos a asustar), dijeron que habría que hacer una cuarentena, en ese momento pensé y dije, bueno una cuarentena no podía estar tan mal además no sería ni una cuarentena, ya que serían solo 2 semanas. Al día siguiente decretaron el estado de alarma, es decir, que sólo se podía salir para cosas necesarias (trabajar, comprar o sacar a tu perro). A la semana, la gente se olvidó un poco de esta medida, ya que empezaron a salir, no como siempre, pero más de lo que debían salir, así que dijeron que pondrían multas y que el estado de alarma se alargaría 2 semanas más.

Hasta aquí todo normal, yo tenía clases por internet al igual que mis hermanos, la gente seguía saliendo e intentando engañar a la policía, que ahora estaba atenta si salía la gente, hasta que el gobierno dijo que los trabajos que no fueran esenciales no irían al lugar de trabajo, ahí me asuste, ya que mi padre es informático, aunque parezca un buen trabajo, no le pagan mucho, yo diría que llegaría al salario mínimo de milagro. A mi madre la mandaron al paro, en ese momento me pregunté si podrían mantener a los 5 de la familia. Durante esa semana estuvimos muy agobiados, teníamos que ahorrar muchísimo y cuando volviera todo a la normalidad, tendríamos que ahorrar otra vez, apenas se podía utilizar el agua, electricidad y gas, ya que cuanto más usáramos la factura sería superior.

Unos días más tarde, mientras mi madre tendía la ropa se puso a hablar con la vecina por el patio de luces (obviamente había más de la distancia de seguridad, o sea 1’50), la dijo que nos podía prestar algo de dinero, pagarnos alguna factura, o comprarnos algo de comida. Obviamente que la dijimos que sí, ella lo que hacía era dejarnos la comida, o el dinero en la puerta.

Todo esto nos facilitó mucho la convivencia, pero un día, mamá se despertó con fiebre y apenas podía respirar. Nos preguntamos como lo había podido coger, ya que ella no salía apenas de casa, pensamos que se lo había pasado la vecina, así que fui a asomarme al patio de luces, a ver si la veía, me quede unos 10 minutos esperando, vi una ventana abierta y la llamé. No respondía, así que tuve que esperar a la hora de comer, su cocina al igual que la nuestra, daba al patio de luces, así que estuve ahí de 14:00 a 15:00, no aparecía, no se encendía ni una luz, no había indicios de que hubiera gente ni nada parecido, así que siendo un poco pesimista pensé que esa mujer tan buena, había cogido la enfermedad. Pobre de ella, ya estaba muy mayor, tendría que tener mucha suerte para poder salir del hospital. Su marido había ido con ella a hacerse la prueba, en ese momento me entraron muchas dudas, en ese momento me acordé de que teníamos que llamar a una ambulancia para que se llevara a mamá al hospital.

Así que rápidamente cogí el móvil de papá y llamé a la ambulancia, después de dos llamadas me contestaron, sí que tardaron pero es normal ya que tenían mucho trabajo, avisé a mis hermanos y a papá de que se llevaban a mamá, así que nos despedimos de ella (respetando la medida de seguridad) pero nos dijeron que aun así, nosotros también nos tendríamos que hacer el test y que era sólo por seguridad. Cuando llegamos al hospital nos hicimos la prueba todos, pero solo mamá se quedó. Unos días después, nos dijeron que ya tenían nuestras pruebas y dimos negativo pero mamá dio positivo y debía quedarse 2 semanas más, así que viéndolo por el lado positivo, no tendríamos que gastar en su comida, agua, electricidad y fue una carga menos pero obviamente estábamos preocupados.

Después de Semana Santa dijeron que algunos trabajos podrían volver a funcionar, fue un alivio, porque volvería a cobrar, pero ya había pasado mucho tiempo desde que ingresaron a mamá, ¿Estaría bien? Estaba muy preocupada la verdad, aunque pensándolo bien no llevaba tanto. Se me pasaba muy despacio el tiempo, cosa que al parecer a mis hermanos no les pasaba, a mí me costaba mucho estar atenta a las clases pero mis hermanos seguían como si nada, pasábamos la mañana y parte de la tarde solos. Esa semana teníamos vacaciones pero aun así yo hacía ejercicios de repaso, mi hermano mayor nos preparaba la comida, a mi hermano y a mí.

Pasaban las semanas y se aumentaba más la cuarentena, pero había una cosa que nos preocupaba más que nada, no sabíamos nada de mamá, hasta que un día llamaron al timbre, era mamá, ya estaba recuperada por fin podría volver a la normalidad.

Llegó una semana que dijeron que se podía salir con moderación, nosotros no salimos, pero hubo gente que sí, en esa semana volvieron los casos de ese virus, esta vez hubo todavía más muertos que la otra vez.

La vecina y su marido nunca volvieron a casa, pobres, lo que más me duele de todo esto, que lo más seguro, es que la vecina cogiera el virus por nuestra culpa. El presidente dijo que pondrían más semanas de cuarentena, yo estaba bastante bien estaba casi todo el día viendo series, pero hay gente que no está acostumbrada, no pudimos salir prácticamente en todo el verano, el curso estaba arruinado, mi temporada en los deportes también, ¿Qué me quedaba? Pensé que nada, que por culpa de toda esa gente mi 2020 estaba arruinado.

En septiembre/octubre, anunciaron que habían encontrado una vacuna así que el gobierno dijo que podrían ir abriéndose cosas. Primero gimnasios, sitios de deporte, pero solo podrían ir deportistas de elite, es decir gente que viviera de ello. A a la vez se abrirían otros trabajos que estaban cerrados, todo funcionaba bien. A la semana siguiente podrían salir niños, pero con regularidad, todo seguía bien, a las dos semanas se abrieron colegios, tiendas y centros comerciales, todo iba perfecto. ¡Que sorpresa!, a los meses todo regresó a la normalidad.

Esta cuarentena nos ha ayudado a empatizar mucho más, siempre recordaré a mis vecinos.

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